CAJÓN DE SASTRE DE UNA HORMIGA DISIDENTE







martes, 17 de agosto de 2010

RELATOS DE LA HORMIGA DURMIENTE - MUERTE DIGNA (I)















1-NO PUEDO PENSAR

Las condiciones de logística más adecuadas para efectuar la evacuación no estarán disponibles en menos de 24 horas. Las opciones más seguras en estos momentos son: reagrupación de los cooperantes de los diferentes países en un solo grupo y dirigir el grupo bajo la coordinación de los mandos superiores de cada país a la frontera por sus propios medios. Una vez allí, la ONU se encargará de repatriarlos a todos.

No se puede caminar así. No podemos abrir los ojos del polvo y el humo que hay. El calor es insoportable. La garganta seca y la sed que apenas podemos calmar con unos tragos de agua sucia que pudimos coger en la última aldea nos ayudan a olvidar el hambre. Creo que hay vida en ese agua, siento que se mueve algo en mi boca cuando la trago.

Zumban los oídos y duelen los ojos. La luz resulta insoportable incluso con gafas de sol. Maravillosas, estupendas, super fashion gafas Ray-Band en medio de la miseria más absoluta. Con lo que valen, aquí se podría comprar medio pueblo.

No hablamos casi. Los mandos dieron instrucciones breves y concisas: Don’t speak, don’t stop, walk! Estamos bajo mando yankee ¡que honor! Y no tenemos opciones. Si no salimos pronto de aquí nadie responderá por nosotros, tampoco devuelven los cadáveres, ni aceptan reclamaciones. Un “error” de coordinación nos dejó aislados ¡diez días! Mientras todas las embajadas organizaban la salida de sus súbditos, trabajadores, visitantes, e incluso turistas, un grupo de “chalados” cooperantes de diferentes países de nosecual organización no gubernamental nos quedábamos colgados en medio del desierto sin poder imaginar la situación de violencia extrema y locura asesina que las tres fracciones en conflicto permanente que hasta hace dos semanas eran eficazmente controladas por la ONU habían comenzado no se sabe muy bien cómo.

El chico francés camina a mi lado. Bueno, en realidad no se si es francés pero se que habla francés. Es negro y el polvo que lo cubre mezclado con el sudor le dan un aspecto cómico, como un payaso desteñido. Me reí e intenté explicarle porqué pero yo no se francés. Me dijo algo antes, ahora ya no dice nada, nos miramos a veces.

No puedo pensar.
No se que pensar.
Ya no tengo miedo.

Ni ganas de vomitar como antes, cuando vi el primer cadáver en la cuneta. No puedes estar vomitando cada diez minutos y menos cuando ya no te queda nada en el estómago. La mente es sabia (o práctica), se ocupa de lo más necesario en cada momento. Ahora lo único que importa es llegar a la frontera cuanto antes, así que mi mente ordena a mi cuerpo andar. Aunque mis piernas ya no puedan más obedecen y sigo caminando como un autómata, como un alma en pena, como un cobarde huyendo del campo de batalla.

De repente, otro cadáver en la cuneta. Una mujer con la cabeza destrozada. Algo se mueve a su lado. Un pie diminuto asoma por un pliegue de la ropa. Sin pensarlo me acerco. El olor me echa para atrás, intento no respirar. El bebé está agonizando. Su cuerpo lleno de moscas supura por todos los orificios. No puedo imaginar el terror ni el sufrimiento de esa criatura recién nacida y ya presa de los gusanos que se están comiendo a su madre.

No puedo pensar.
No se que pensar.
Ya no tengo miedo.

Lo cojo al vuelo y me lo meto debajo de mi ropa.
Su cabeza diminuta pero enorme en comparación con su escuálido cuerpo se apoya en mi pecho y siente los latidos de mi corazón. Los siente, estoy segura, y se calma. Los estertores cesan. Se está muriendo y yo no puedo salvarle, es cierto, pero se que él siente, que él sabe que no morirá solo.

Nadie se dio cuenta de lo que hice. Cada cual atiende únicamente donde pondrá el próximo paso. Solo el chico francés, que me mira con esos enormes ojos saltones, se percató del rápido movimiento de mi camiseta. Sigue sin decir nada.

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FOTO: SEBASTIAO SALGADO
MCD, AGO-10
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EL MEGALITO Y LA HORMIGA


FOTO: MEGALITO MANOLITO
TOSSA DE MAR
BY THEPINKANT


Una hormiga puede mover objetos varias veces más pesados que su cuerpo, pero no miles de veces mas pesados, como lo son estas piedras.

Para hacernos una idea: el tamaño de la piedra más grande ocupa la palma de la mano de un hombre normal.

No es difícil darse cuenta de la inmensa desproporción entre semejante tarea de construcción y la pequeñez de la hormiga.

Imaginar ese esfuerzo titánico me produce un estado de pseudo perplejidad inexplicable.

Ante este inconcebible enigma solo encuentro tres soluciones lógicas:


-1- La hormiga recibió ayuda de sus congéneres.
Todos sabemos que un montón de hormigas son capaces de transportar un mamífero pequeño.

-2- La hormiga utilizó su poder psíquico/mental.
Está comprobado que el potencial mental de las hormigas supera, con mucho, el de la mayoría de los humanos.

-3-Alguna entidad “externa” usó la hormiga como vehículo para plasmar su creatividad/necesidad de expresión artística.
Tengo claros indicios de que existe una entidad superior que controla a las hormigas. Es solo una teoría, por el momento, pero con mucho fundamento.

Seguiré reflexionando sobre el tema.
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MCD, JULIO-10
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